El sector cementero se encuentra ante retos significativos. Con una disminución del 2,3% en el consumo de cemento durante los primeros once meses del año pasado 2023, se han agravado las cifras ya preocupantes de octubre en tres décimas. El consumo absoluto se sitúa en 13.404.224 toneladas, reflejando una pérdida de 311.757 toneladas en comparación con el mismo período del año anterior.
Esta tendencia negativa se ha prolongado durante seis meses, generando inquietudes en la industria. A su vez, las exportaciones de cemento se enfrentan a desafíos considerables, con una caída del 24,1% en octubre, marcando el quinto mes consecutivo en números rojos.
El acumulado de enero a noviembre muestra una disminución del 5,6% en las exportaciones, con un total de 4.954.854 toneladas, cerca de 300.000 toneladas menos que el año anterior.
Este escenario desafiante subraya la necesidad de una evaluación exhaustiva de los factores que contribuyen a esta disminución. Aspectos económicos, estacionales y globales pueden influir en esta tendencia, exigiendo que la industria cementera esté alerta a estas señales y busque estrategias innovadoras para adaptarse a un entorno en constante cambio.
El sector enfrenta una encrucijada donde la colaboración y la innovación son esenciales para superar estos desafíos. La resiliencia y la capacidad de adaptación serán clave este 2024 para trazar un camino sólido hacia el futuro en la industria del cemento.
