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¿Por qué es importante la envolvente en los edificios?

Mejorar esta parte en la construcción ayuda a cumplir los objetivos de las políticas europeas de descarbonización 

La envolvente está formada por los muros de la fachada, las ventanas, la cubierta y el suelo. Es la “piel” del edificio, lo que nos protege del exterior, jugando un papel fundamental para protegernos del frío y del calor, de la lluvia, del ruido e influye directamente en el confort térmico, la factura energética y la huella de carbono de nuestro hogar.

Mejorar la envolvente de los edificios es un tema que está sobre la mesa de las actuales políticas europeas de descarbonización y nuestro camino hacia una sociedad sostenible para lograr varios objetivos:

  • Alcanzar un parque edificatorio de cero emisiones en 2050.
  • Reducir en 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero del 55% con respecto a los niveles de 1990.
  • Reducir en 2030 el consumo de energía para calefacción y refrigeración en un 18 %.
  • Duplicar, como mínimo, la tasa anual de renovación del parque inmobiliario de los Estados miembros de la UE y fomentar las renovaciones energéticas en profundidad, dando como resultado la renovación de 35 millones de edificios entre 2020 y 2030.
  • En España, alcanzar los 1,2 millones de edificios rehabilitados en 2030.
La envolvente en el triángulo energético

El objetivo del principio  «Primero, la eficiencia energética», planteado por la UE, busca garantizar que sólo se produzca la energía necesaria, indicándonos que la mejor energía es la que no se produce porque no hay necesidad de utilizarla. 

Por ello, la Comisión Europea propone una serie de ejemplos de medidas para los edificios, entre las que destaca maximizar la reducción de la demanda energética global que debe lograrse mediante renovaciones de edificios, por ejemplo, mejorando primero el rendimiento de la envolvente del edificio antes de que se apliquen otras medidas, como la sustitución de los sistemas de calefacción garantizando que estén condicionadas a una mayor mejora de la eficiencia energética.

Esta última recomendación es aplicable a obra nueva, pero es especialmente importante para la rehabilitación, ya que en España 30% del consumo energético se debe a un parque edificatorio deficiente en medidas de eficiencia energética.

La rehabilitación energética integral se basa en tres pilares:

  • Primero, se reduce la demanda energética del edificio mediante una envolvente térmica eficaz.
  • Después, se redimensionan los equipos de climatización y se sustituyen por otros de mejor rendimiento y menor emisión de CO2.
  • Por último, se genera energía in situ mediante fuentes de energía renovable.